En un mundo global con serios problemas ambientales, ha aumentado el interés de la gente por saber lo que se lleva a la boca y como los productos alimenticios han sido producidos. No hay nada más ecológico que la comida producida en nuestros patios y campos cercanos porque los mismos no necesitan ser transportados miles de quilómetros y tampoco requieren de empaques y de conservantes.
Arándanos rojos. |
En Finlandia, tras inviernos largos y obscuros, disfrutamos de veranos cortos pero muy luminosos y la naturaleza, llena de inmensos bosques y miles de lagos, ofrece un entorno limpio y puro para la producción de alimentos orgánicos.
En los patios cultivamos todo tipo de grosellas. Las más comunes son las grosellas rojas, las muy olosrosas grosellas negras, grosellas espinosas y en menor medida las grosellas blancas.
Los bosques ofrecen hasta la llegada de la nieve abundantes hongos o setas comestibles, finas al paladar y cargadas de nutrientes. Gracias al derecho público de libre tránsito en la naturaleza, todos los ciudadanos pueden recoger gratuitamente productos alimenticios de los bosques, claro que respetando los patios de los vecinos.
Boletus edulis frescos. También son llamadas setas calabazas. Cuando la cosecha es buena, en un santiamé se llana la cesta. |
Las patatas o papas como les decimos en América Latina, de central importancia en la dieta finlandesa, son sembradas en otoño o inmediatamente después que la tierra se ha descongelado. En junio o julio ya son recogidas y degustadas en apetitos platos con percas, lucios y truchas que se pueden pescar en los lagos y en el mar Báltico.
En julio y agosto los bosques se llenan de frambuesas, mirtilos, moras, aerolas, camemorros y demás bayas de finos aromas y gran contenido nutritivo. De las mismas se pueden hacer manjares como mermeladas, compotas, helados, etcétera.
En el bosque. |
Los pequeños y medianos productores venden sus productos en los
mercados locales. Los productos agrícolas más comunes, ademas de las
patatas, son: zanahoria, nabos, cebollas, ajos, remolachas, rábanos,
tomates, pepinos, guisantes, demás verduras y condimentos así como
grosellas rojas, negras, blancas y las celestiales fresas.
Al hablar de la dieta finlandesa, no podemos olvidar la gama de
cereales que los campos ofrecen. Se cosecha avena, trigo, centeno,
cebada y hasta pettu (harina hecha de corteza de pino).
La cocina finlandesa es rica nutritivamente pero también para el
paladar. Los platos de salmón y arenque son ya de fama mundial. Si
visitas un reustaurante de comida finlandesa te recomiendo que pidas de
entrante sopa de setas, de primero salmón o alce al horno con barquillos
de patatas y de prostre queso con salsa de camemorro de Laponia
La comida sera preparada en aceite de colza, tan valioso y nutriente
como el aceite de oliva, pero de olor más agradable en la opinión de
algunos.
Un campo de colza visto desde el coche. |
"Rypsi" es colza y "öljy" es aceite en finés. |
Si encuentras en el mercado de tu pueblo o ciudad productos
parecidos, puedes invitar a tus amigos a una cena nórdica, adorna la
mesa con velas y pídeles que a la entrada de tu casa se quiten los
zapatos, costumbre sana de estos lados. Y, al salir de la mesa, aquí se
dice gracias al anfitrión o a la anfitriona .
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